10 jul. 2018 Tenemos un déficit de operarios en el sector de la construcción
Darrerament el president del Gremi, el Sr. Josep Gassiot, va rebre la petició de publicar un article a la revista digital Catalunya, de El Economista. Atenent la petició, el president ha escrit un article on indica un dels problemes del sector, el qual pot agreujar-se amb el pas dels anys. Adjuntem l’article, el qual podeu trobar publicat a les pàgines 18 i 19 de la REVISTA CATALUNYA DE EL ECONOMISTA del mes de juliol del 2018.
Tenemos un déficit de operarios en el sector de la construcción
La crisis en la construcción ha sido de gran envergadura y ha requerido una reestructuración en las empresas, así como en la red de industriales y proveedores. No es el objetivo de este texto aportar datos sobre la magnitud de la crisis; solo mencionaremos que entre el año 2007 y el 2017, el PIB del sector se redujo en un 80 % y la destrucción de ocupación alcanzó el 50 %.
La recuperación estimada en los dos últimos años se consolida con crecimientos anuales del 4 %, a pesar de la falta de inversión de las administraciones públicas en obra civil y equipamientos públicos. En todo caso, la recuperación es débil, porque se inicia en niveles muy bajos.
Destacamos en este artículo como la destrucción de ocupación ha afectado principalmente a operarios especializados de todos los oficios de la construcción. Afecta a albañiles, encofradores, “ferrallas”, carpinteros, oficiales de carpintería metálica, herreros, electricistas, instaladores de climatización, soladores, alicatadores y otros oficios. Estos puestos de trabajo destruidos no han sido sustituidos y los operarios expulsados del sector han abandonado la vida laboral o se han reincorporado a otros sectores, mientras que las perspectivas del mercado han constituido una barrera de entrada para la incorporación de nuevos operarios.
De tal manera, nos encontramos que en el sector se produce un envejecimiento de los operarios y es necesario actuar para conseguir nuevas incorporaciones, con acciones decididas y consensuadas por todos los agentes del sector. No es un tema baladí. Encontramos un déficit real de operarios especializados de talento que puede agravarse en los años venideros. Al respecto, cabe recordar algunos aspectos que, injustamente soslayados en base a una imagen negativa del sector, debieran ser reivindicados para poder darle la vuelta a esta situación y atraer talento joven. Indico tres ideas:
El sector de la construcción puede ser atractivo para las generaciones que entran en el mercado laboral
La construcción ha evolucionado. Los medios y la tecnología utilizados actualmente no representan un trabajo penoso y difícil de asumir. Asimismo, la incorporación de más mujeres es uno de los retos del sector.
Las retribuciones, fijadas en los convenios colectivos del sector, son de las más altas del mercado, y a su vez las posibilidades de promoción son elevadas. Por su lado, las empresas del sector requieren de personal que acredite una responsabilidad y experiencia que se consigue más rápidamente que en otros sectores. Por ello, los operarios responsables tienen altas posibilidad de promocionarse.
El sector de la construcción es gratificante.
Importante también, en cuanto a sentirse realizado, es el orgullo de quien interviene en una obra de poder reconocer su trabajo una vez concluido. “En esta obra, la fachada la hice yo”. No todos los trabajadores pueden reconocer el producto de su trabajo . En construcción, sí.
El sector de la construcción comporta tareas dinámicas
La adecuación de la personalidad de los trabajadores a los puestos de trabajo es uno de los grandes retos de nuestra sociedad. Dedicarse a la construcción comporta trabajar en espacios abiertos, la rutina es menor que en otros sectores y aunque se siguen estrictos protocolos y normas, la iniciativa es necesaria.
Éstas y otras particularidades de la construcción forman parte de los motivos a favor por los que alguien puede decidir emprender una carrera profesional en la construcción. Al respecto, me gustaría añadir una reflexión sobre la necesidad de mejorar la formación para los distintos oficios constructores.
A día de hoy encontramos que la formación profesional es casi inexistente en el sector, dispersa y con dificultades para la formación práctica. La alternativa, creemos muchos constructores, debería orientarse hacia la formación dual, con dedicación en “practicas” o “aprendizaje” en la empresa, complementada con formación teórica en aulas presenciales o a distancia, de forma que al final del periodo de formación se haya adquirido una experiencia en obra complementada con una sólida base conceptual. De momento este camino no es operativo por la rigidez de la legislación laboral y por la estructura de la Formación Profesional, que no admite adaptaciones a realidades concretas.
Cabe entender que los oficios en la construcción se aprenden en las obras, donde se vive la relación con otras especialidades. Por supuesto, tener aprendices tiene costes para las empresas, exigen supervisión y dedicación, y en un entorno muy competitivo no es soportable si no existen compensaciones y ayudas para el aprendizaje.
El sector de la construcción puede ser atractivo para las generaciones que entran en el mercado laboral Click To TweetPor su parte, los centros de formación profesional no disponen de instalaciones adecuadas y están situadas lejos de donde existe demanda, y sin embargo, contamos con obras que pueden acoger jóvenes en prácticas en todos los rincones del país. Es necesario aprovechar esta oportunidad mediante incentivos que estimulen esta oportunidad.
La posibilidad de mejorar la formación de los constructores, por tanto, merece la atención de los agentes del sector, y muy especialmente de las administraciones públicas competentes. Es importante y urgente trabajar para la recuperación de una ocupación de calidad en el sector de la construcción.
Josep Gassiot Matas
Presidente del Gremio de Constructors de Obras de Barcelona y Comarcas
No hi han comentaris